"Todo el mundo ha realizado un comentario de
texto, pero pocas personas han hecho un comentario de imagen"
Desde la aparición de la escritura, ver ha primado sobre oír para fijar y adquirir conocimiento. Sin embargo, a raíz de este hecho, han existido dos visiones diferentes y casi antagónicas sobre la forma de adquirir y transmitir conocimiento: la visión de la imagen y la visión del texto. Fijar los pensamientos en imágenes y fijar los pensamientos en palabras son dos formas de representación que han estado históricamente en pugna.
La linealidad y articulación del pensamiento racional, así como su segmentación de la realidad, se oponen a la totalización de las imágenes, a la unidad entre contenidos y formas. En el pensamiento sensorial y en las imágenes no hay jerarquización entre significante y significado, a no ser que las imágenes imiten la realidad y entonces sí sean fruto del pensamiento racional y sea posible separar lo real de su representación.
Sin embargo, no hay una sola forma de mirar y entender las imágenes, la interpretación de la imagen ha variado a lo largo de los siglos y la dialéctica entre la imagen y el texto se ha ido modificando a lo largo del tiempo, unas veces acercándose y otras distanciándose. Como afirma Régis Debray en Vida y muerte de la imagen: "No existe la imagen en sí misma: su estatuto y sus poderes varían continuamente con las revoluciones técnicas y los cambios en las creencias colectivas. Y, sin embargo, la imagen ha dominado siempre a los hombres, aunque el ojo occidental tenga una historia y cada época un inconsciente óptico. Nuestra mirada fue mágica antes de ser artística. Y en la actualidad se está haciendo económica".
En relación con lo real, la imagen tiene un valor de representación, un valor de símbolo y un valor de signo. Estas últimas apenas son imágenes. Pero esta es una simplificación. Estas tres funciones o valores pueden coexistir en la misma imagen. Las funciones de la imagen pueden ser simbólicas, epistémicas o estéticas. Para Gombrich en Arte e Ilusión no hay mirada inocente, el papel del espectador es activo y proyectivo. El espectador es quien hace la imagen, en el sentido perceptivo. Otros autores ponen el énfasis en que la imagen actúa sobre el espectador.
La imagen como instrumento de comunicación corre pareja de la historia humana desde sus inicios. La iconocidad ha sido y sigue siendo magia, símbolo, señal, aviso, amenaza, representación, percepción, apariencia, arte, ilusión, ilustración, explicación, denotación, documento, testimonio, memoria, archivo, realidad, verdad, actualidad, punto de vista, connotación, expresión, exaltación, motivación, conmoción, persuasión, etc.
Desde hace varias décadas se habla de que vivimos en una iconosfera, en el reino del audiovisual o la cultura de la imagen. La hegemonía de la televisión, el cine, la fotografía y de otros medios icónicos favorecidos por la omnipresente publicidad en nuestras vidas, ha dado lugar a la consideración de que en la actual cultura, prima la imagen por encima del texto. La irrupción del ordenador y de la tecnología hipertextual vendrían a incidir sobre este hecho, ya que sustituyen el soporte papel y el vehículo considerado hasta ahora como base del conocimiento: el libro, empieza a ser sustituido de forma creciente por los píxeles en la pantalla. El texto se vería amenazado ante la explosión de las imágenes favorecidas por los multimedia.
La iconosfera, el medio ambiente icónico en el que nos encontramos sumergidos y que domina todos nuestros espacios reales y cotidianos, ahora también se extiende por el ciberespacio. Se abre un nuevo espacio, un lugar virtual que se expande por todos los lugares del globo y que viene a incrementar el ya gran impacto social, económico y cultural que los mass media tradicionales trajeron consigo.
Con la revolución digital los medios de comunicación de masas tradicionales se incorporan a las nuevas tecnologías y cambian su presentación en soporte papel: prensa, carteles, fotografía, cómic, publicidad, y propaganda, por su presentación en la pantalla de nuestros ordenadores. Lo mismo ocurre con los medios electrónicos: la televisión, la radio y el cine, que no abandonan los canales tradicionales, pero que, al igual que otros recursos audiovisuales, también se digitalizan e incorporan a las redes telemáticas. El ciberespacio se constituye como un nuevo espacio de comunicación social donde los mass media quieren seguir ejerciendo su poder. Allí confluyen todos los medios convertidos en datos de información para servir la "realidad sensible a domicilio", como auguraba Paul Válery.
Desde hace varios años, muchos han sido los agoreros que han pronosticado la muerte del libro ante la reciente avalancha de imágenes y el poder hegemónico de la televisión. Sin embargo, y a pesar de los temores, el medio televisivo no ha acabado con la cultura escrita, sino todo lo contrario. La cultura de la imprenta no para de crecer, se publican un millón de títulos anuales, con tiradas de miles de ejemplares y, cada año, crece más la publicación de libros por no hablar de las ediciones en la red, donde el texto va ganando adictos a través de la redacción y publicación de blogs y otras nuevas formas de escritura digital.
Así pues, ni la televisión ni otros medios icónicos han acabado ni van a acabar con el libro. La iconosfera en que estamos inmersos coexiste con una inmensa logosfera. Otra cosa distinta es que el libro tradicional en formato impreso en papel sea sustituido -o coexista en mayor o menor medida, con otro tipo de soportes. E igual que aprendimos a leer y comprender el texto, es igualmente necesario aprender a leer y comprender imágenes.En la escuela nos enseñan a hacer comentarios de texto y todo el mundo ha hecho alguna vez uno con mayor o menor acierto, sin embargo, pocas personas han hecho un comentario de imagen.
A continuación se ofrecen unas pautas para realizar un comentario de imagen:
- Identificación de la imagen: título de la obra, autoría, fecha y localización.
- Descripción de la imagen: tipo de imagen (fotografía, pintura, dibujo, etc.), estructura básica, textura, colores, planos, personajes u objetos que describe, técnica utilizada, etc.
- Contexto de la imagen: se trata de ubicar la imagen en el contexto social, cultural, artístico e histórico en el que fue creada.
- Interpretación de la imagen: partiendo de la propia imagen, valorar de forma subjetiva su significado.
- Este esquema no es debe utilizarse de forma rígida, lo más útil es adaptarlo no sólo a la propia imagen que queramos "leer y comprender", sino también a los fines que se pretendan con ello (históricos, artísticos, etc.).
He aquí un ejemplo concreto de un comentario de imagen:
- Arte fractal: las nuevas tendencias del arte digital. http://artesadigital.blogspot.com/2008/11/arte-fractal-las-nuevas-tendencias-del.html
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